Santiago Calatrava Valls, una mente creativa nacida en Benimàmet en julio de 1951, ha dejado una profunda huella en el mundo de la arquitectura con su visión innovadora y su enfoque multidisciplinario. Su recorrido académico fue diverso y enriquecedor, llevándolo desde el Colegio de Benimàmet y el de artes y oficios de Burjassot, hasta las prestigiosas instituciones como las Escuelas Pías de Valencia, la Escuela superior de Arquitectura de Valencia y la Escuela Superior de Ingeniería de Zúrich. La ciudad de Valencia, con su encantadora huerta y su rico patrimonio arquitectónico, fue un escenario inspirador para Santiago Calatrava. Desde una temprana edad, quedó fascinado por la majestuosidad de La lonja, un edificio histórico que le inspiró sus proyectos más emblemáticos. Aquí, Calatrava experimentó la fusión entre la arquitectura y el entorno, aprendiendo a apreciar la importancia de la integración y la armonía en el diseño. Sus estudios y experiencias en Francia y Suiza fueron fundamentales para su desarrollo como arquitecto e ingeniero. En estos países, Calatrava tuvo la oportunidad de explorar nuevas técnicas constructivas y profundizar en el campo de la ingeniería estructural. Estas influencias se reflejan en su enfoque vanguardista y su habilidad para combinar formas escultóricas con funcionalidad arquitectónica. La capacidad artística de Santiago Calatrava trasciende los límites de la arquitectura. Sus obras son una síntesis magistral entre escultura, pintura y arquitectura, donde cada elemento se entrelaza en una composición armoniosa. Sus creaciones se caracterizan por la fluidez de las formas, la elegancia de las líneas y la delicadeza de los detalles, que confieren a sus edificios un aspecto casi escultural. Hoy en día, Santiago Calatrava es reconocido como uno de los arquitectos más destacados y valientes del panorama internacional. Sus desafiantes obras arquitectónicas han sido objeto de innumerables polémicas y también de admiración en el ámbito de la arquitectura universal. Con proyectos emblemáticos en ciudades de todo el mundo, como el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe en Valencia, el Puente del Alamillo en Sevilla y la Estación de Tren de Lieja-Guillemins en Bélgica, Calatrava ha dejado un legado imponente y ha elevado la arquitectura a una forma de arte en sí misma. Su enfoque integrador y su pasión por la creación han inspirado a generaciones de arquitectos y continúan impactando en la forma en que percibimos el mundo construido a nuestro alrededor.